martes, 1 de diciembre de 2009

EL HEROE DE LA TARDE


En este celeste rincón del Sur del Gran Buenos Aires, Gastón Aguirre no es el héroe del clásico del domingo. Tampoco, ese osado defensor que, por primera vez en su vida de futbolista, gritó en duplicado durante el mismo partido. Acá, en 9 de julio y Dorrego, es Tongas, el pibe que nació a veinte cuadras de la cancha de Temperley, el que se crió en las inferiores del Gasolero. Es el padre de Lola, esa niña que lo enamora y que el viernes cumplirá dos añitos. Es un tipo "simple", tal cual se autodefine. Como será que ayer, 24 horas después de los goles a Boca, se la pasó comprando cotillón... para la fiesta de su hija, claro.

"Bienvenidos, los invito a mi segunda casa". No le hace falta mostrar una llave para acceder al hall central del club en el que es un hijo pródigo. Y al que todos saludan. Desde un jugador que llegó a tener tatuado un cuervo en la pantorrilla (prefirió ocultarlo por la amistad de la hinchada celeste con Huracán) y lo recibió con un "Dale, Sanloré..." hasta Raúl, el utilero del equipo que milita en la Primera B.

"¿Qué pasó, Tongas?", le preguntan frente a la pileta que suele frecuentar con su familia. "No puedo decir que fue un ataque de habilidad, ja, eso me agarró contra Independiente, ja... Lo de ayer fue distinto", devuelve. Y al toque se reproduce en su mente la escena del primer gol con la camiseta azulgrana, con pisada y definición de jerarquía frente a Assmann.

Pero lo de ayer también fue notable. ¿O acaso hacés dos goles todos los partidos?

La verdad, lo que más feliz me pone es que pudimos convertir de pelota parada, que nos estaba costando. Pero, sí, claro. No siempre me puedo dar el lujo de meter dos goles. Por eso lo estoy disfrutando, pero con los pies en la tierra.

¿No caíste todavía?

Mis amigos me llaman y me dicen: "¿Te das cuenta lo que hiciste? Entraste en la historia". Y aunque hoy caminé dos cuadras y la gente me saludó porque salí en las tapas de los diarios, yo sigo haciendo las cosas cotidianas.

Dice que su celular no tuvo pausa, que los diez amigos del barrio con los que se junta a cenar cada tres o cuatro días lo felicitaron.

¿Jugaste el partido perfecto?

Uno siempre espera jugar para 10 puntos, como me calificaron. El domingo me tocó hacer dos goles y ser figura. Pero estoy contento porque estamos encontrando el nivel de las primeras fechas.

Y pensar que estuviste dos partidos afuera. Cualquiera hubiera creído que, después del gol a Huracán, el que salía eras vos y no Civelli.

Es que con Simeone nadie tiene el puesto asegurado. Hace tiempo que estamos con este técnico y sabemos que tenemos que estar todos al pie del cañón. Igual, la competencia es muy linda.

El Cholo dijo que no se bajan del campeonato. ¿Pensás lo mismo?

Antes de que juegue Banfield, ya lo daba por perdido. Pero Racing le ganó y aunque ganó Newell's, que nos lleva siete pero nos enfrentamos en la última fecha. Hay nueve en juego y todo puede pasar. El fútbol nos dio una nueva chance de soñar con el título.

Sueña con la Selección y elogia a Heinze: "Me gusta porque traba con la cabeza". No sabe si seguirá en San Lorenzo desde enero. "Yo estoy feliz en el club. Y si me tengo que ir, ojalá sea por la puerta grande", dice. Y reflexiona: "Creo que el hincha entendió el mensaje, que el jugador quiere ganar y que a veces se puede equivocar". Lo que tiene claro es su último destino con la pelota: "Acá, en esta cancha. Con alma, corazón y entrega".

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