En el partido de ida, San Lorenzo había conseguido un gran resultado: 1 a 0 en el Centenario que ilusionaba y parecía meter a los azulgranas en la semifinal. Pero no fue así. El equipo del "Cholo" jugó un mal partido, no pudo dominar en ningún momento al rival y la falla del "Kily" (en la que vino el gol de River) fue una muestra del mal rendimiento de cada uno de los jugadores azulgranas. En la mitad de la cancha San Lorenzo fue impreciso, los de arriba no fueron claros y así fue como este rival, para nada superior al equipo de Simeone en cuanto a plantel, fue prolijo y llevó el partido a los penales. El conjunto de Carrasco no llegó a ser peligroso pero el poco dominio futbolístico de San Lorenzo ayudó para que el equipo charrúa encontrara el gol y luego, pueda jugar con la desesperación del equipo local.
Ante las carencias futbolísticas para abrir la defensa del equipo uruguayo, San Lorenzo perdió la gran posibilidad de pasar a la semifinal. Ese 1 a 0 en Uruguay, que parecía cerrar la serie no sirvió de mucho y San Lorenzo debió definir esta instancia desde el punto penal. Con un desgaste físico importante tras los 90 minutos, San Lorenzo mostró serios inconvenientes en los penales. Se vio en los jugadores azulgranas problemas mas ejecutar bien desde los 12 pasos y Pablo Migliore no tapó ninguno. Vale aclarar que San Lorenzo no perdió solamente por ello.
Es importante, en este caso, recordar el desgaste físico en el que llegó el plantel a esta circunstancia y las lesiones que se sucedieron.
Cada amante del fútbol sabe que los penales son una lotería pero San Lorenzo debería preguntarse: "¿Porqué debimos llegar hasta esta circunstancia?". Cada uno tendrá su respuesta pero lo que sí debe hacer San Lorenzo desde aquí es hacerse fuerte, marcar y corregir cada uno de los errores, mentalizarse en conseguir el título argentino para que, como fue en 2007, desde la hinchada se escuche nuevamente esa canción que dice: "Me lo dijo una gitana...".
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